El proyecto de ley que impide el uso de facturas falsas para respaldar gastos de campaña tiene discusión inmediata. Sin embargo, ese proyecto también proscribe los aportes de personas jurídicas a campañas y partidos políticos. Nuestro análisis revela que Chile debería hacer lo contrario: ampliar el espectro de personas jurídicas autorizadas a donar.
En el plano de los principios, recordemos que detrás de cada persona jurídica hay personas naturales, que tienen derecho a votar y a donar. Ellas eligen si donar en forma directa o a través de personas jurídicas. Las personas naturales eligen asociarse cuando es más efectivo para actuar en política. Por esto, respetar el derecho a asociarse para donar supone permitir que las personas jurídicas donen.
Sin embargo, la ley 19.884 tiene una anomalía: proscribe las donaciones de todas las personas jurídicas, excepto las con fines de lucro acogidas a la primera categoría del impuesto a la renta. Esto sería intolerable en muchas democracias. Por ejemplo, el Partido Laborista británico ha sido financiado durante un siglo por los sindicatos (personas jurídicas). Gran Bretaña permite las donaciones de empresas, al igual que Suecia. Estados Unidos permite a las personas jurídicas donar por múltiples vías indirectas. En las elecciones parlamentarias de 2005-06, los PACs de empresas donaron 282 millones de dólares y los PACs de sindicatos, 66 millones. Los «Comités 527» donaron 427 millones.
En el plano práctico, proscribir donaciones dificulta perseguir los aportes negros. Cuando todos los aportes son negros, todos los candidatos y partidos comparten el interés en que no se fiscalice. Y los organismos fiscalizadores son controlados por políticos. Recordemos la decisión del SII en 2003 de exculpar de evasión tributaria a los dirigentes de la Concertación que recibían sobres con billetes desviados de fondos reservados.
En cambio, cuando existen vías legales de donación, la mayoría de los políticos intentan liberarse de los aportes negros. Al romperse la unanimidad, se hace posible fiscalizar. También se hace posible aplicar topes, evitar triangulaciones y exigir protecciones contra la corrupción. Proscribir todo es volver a fojas cero.
Proponemos levantar la proscripción para otras personas jurídicas, bajo regulaciones que impidan la triangulación. Proponemos que la suma de las donaciones de asociaciones de personas naturales (sindicatos de base, colegios profesionales, agrupaciones para promover temas específicos como el derecho a la vida o medidas ecológicas) tenga un tope igual a 50 por ciento de la suma de las cuotas recibidas de socios que sean personas naturales con derecho a voto en Chile, en los dos años previos.
Cuando haya dos o más capas de personas jurídicas, proponemos topes análogos al tope para la suma de las donaciones de una empresa sujeta a primera categoría, que es 1 por ciento de las utilidades del año. Proponemos que la suma de las donaciones de personas jurídicas no afectas a primera categoría, pero que recaudan IVA a la tasa general, tenga un tope de 1,75 por ciento del IVA pagado al fisco en el mismo año calendario. Para las demás personas jurídicas sin socios personas naturales, incluyendo fundaciones, proponemos que la suma de sus aportes tenga un tope de 0,08 por ciento del patrimonio a fines del año anterior.
La ley 19.884 dio una franquicia tributaria a los aportes de empresas acogidas a primera categoría, pero cometió la injusticia de negarla a los aportes de personas naturales. Proponemos crear un subsidio fiscal de 17 por ciento a las donaciones de personas naturales, que se hagan por medios electrónicos contratados por el Servicio Electoral, sujetas a un tope.
Una apertura a la donación de nuevas personas jurídicas, como se propone, también tiene consecuencias para la elección de 2009. En las campañas de 2005, Michelle Bachelet fue la candidata presidencial que más dinero recibió de empresas. Los candidatos a parlamentarios de la DC recibieron 2,7 veces más donaciones de personas jurídicas que la suma de los candidatos del PPD, PS y PRSD. Y comparando entre coaliciones, la Alianza recibió 1,9 veces más que la Concertación. La apertura propuesta elevaría la competencia.
Nota: Ver Financiamiento Político para Profundizar la Democracia